Evento online que celebró la pascua judía combinando un festival de artes con una cena comunitaria, pensado para las personas de la tercera edad que estaban solas durante el aislamiento por COVID-19.
«Hitarbut» (הִתְעָרְבוּת) significa interrupción, interferencia, intervención.
El COVID-19 interrumpió nuestras vidas tal como eran hasta hace poco. No sabemos hasta cuándo estaremos así, pero sí que la pandemia pasará por sobre nuestras casas el próximo Pesaj.
Gran parte de nuestra rutina se está haciendo digital. Pero en el Río de la Plata, autoridades de Comunicación nos piden que nos abstengamos de usar Internet para cosas sin utilidad, por el exceso de tráfico. Estamos todos en nuestras casas tratando de conectarnos entre nosotros, y la interferencia es la norma.
De todos los afectados por la pandemia, dos grupos de personas están en nuestros pensamientos.
Uno somos los artistas, trabajadores freelancers y precarios, muchos nos encontramos sin sistemas de contención frente a conciertos y funciones canceladas, espacios de exhibición cerrados y proyectos editoriales suspendidos.
El segundo grupo son nuestros mayores. Quienes nos transmitieron las tradiciones judías son los más afectados por el Coronavirus. Como grupo de riesgo, para nuestrxs abuelxs es difícil salir incluso a hacer las compras, y la comunicación con sus familias es a través de tecnologías con las que muchxs se sienten incómodos o no saben usar.
Seder significa «orden», pero todo parece desordenado; nuestra única orden es quedarnos en casa. Proponemos darnos a nosotros mismos, jóvenes artistas, la orden de involucrarnos, de intervenir («Seder Lehitareb») en este desorden. «Hitarbut» se convierte así en «e-Tarbut» (cultura online): en vez de interferencia, irrupción de arte por Internet, para ayudarnos a comunicarnos, compartir y dar nuevos sentidos a nuestros símbolos a través del arte.
Un grupo de artistas de Buenos Aires y Montevideo nos proponemos crear un Seder de Pesaj «tangible» y lleno de nuevos sentidos, y que logre así dar una ayuda material y espiritual a estos dos grupos de personas afectadas. Lo haremos a través de un recurso humano inagotable e inmune a cualquier virus: la creatividad.